Repercusiones en la productividad de la empresa por mal ambiente laboral
La productividad de una empresa puede verse alterada por un ambiente laboral tenso. Esto puede deberse a conflictos dentro del equipo, comportamientos perjudiciales para la compañía, disminución del desempeño, entre otras cosas. Situaciones que pueden resultar de riesgo para el buen desarrollo e incluso para la reputación empresarial.
Se vuelve una necesidad poner solución a estos casos. Que además de agotar al personal, acaban por llevar a la compañía a sufrir miles de repercusiones negativas adicionales. A continuación verás cuales pueden ser estas consecuencias, y cuál es la mejor manera de resolverlas.
¿Qué provoca que el ambiente laboral sea tenso?
Un mal ambiente laboral se presenta por diversas situaciones, siendo las más comunes las siguientes:
- Rumores injustificados entre departamentos.
- Poca colaboración dentro del equipo.
- Búsqueda de beneficios personales.
- Falta de atención hacia las decisiones colectivas.
- Críticas recurrentes al desempeño.
- Falta de herramientas para un correcto trabajo.
- Atribución de méritos colectivos.
- Realización de actividades ajenas a las funciones de la empresa.
- Cargar de trabajo extra a personal ajeno a estas funciones.
- Fraudes o robos dentro de la compañía.
¿Cuáles son las repercusiones de un mal ambiente laboral?
Trabajar en un ambiente tenso puede traer diferentes consecuencias negativas para la empresa. Entre las principales se encuentra la falta de progreso de la misma, por eso este tipo de situaciones deben evitarse para garantizar un correcto desarrollo de la compañía.
Al mantener situaciones conflictivas dentro del grupo de trabajo, la actitud positiva comienza a disminuir. Lo que repercute en el buen desempeño de todos los empleados. Además se fomentan distracciones que ocasionan una disminución en la productividad general de la empresa.
Ante estas situaciones, muchos empleados desvían su atención de las funciones correspondientes pues deben mantenerse alerta a este mal ambiente, para tratar de evitar que les afecte laboral y emocionalmente, lo que impide entonces que surjan nuevas ideas en el equipo que aporten beneficios a la empresa.
La reputación de la compañía puede verse afectada. Un mal comportamiento dentro del equipo puede repercutir en la impresión que se tiene de la misma en el exterior puesto que al mantenerse ocupados en resolver situaciones conflictivas, los resultados en la productividad no serán los mismos de siempre, lo que trae como consecuencia mayor un perjuicio económico.
¿Cómo evitar un mal ambiente laboral?
- Dejar claras las funciones: Cada trabajador debe conocer claramente las funciones de su cargo y lo que no le corresponde. De esta forma es posible identificar cuando no se cumplen correctamente o están siendo saturados con actividades ajenas a su puesto.
- Evaluar frecuentemente el desempeño laboral: Monitorear constantemente los resultados del trabajo en equipo, permitirá detectar cualquier situación que pueda resultar inconveniente para los empleados y la empresa.
- Hacer llamadas de atención: Cuando las actividades de la empresa se están realizando de forma ineficiente y se percibe un perjuicio a la misma, es necesario hacer una llamada de atención en el que se le recuerde al equipo los objetivos de la compañía, se reprueben las malas actitudes y se exijan resultados.
- Identificar el problema: Para ello se hace necesario mantener una comunicación abierta con todos los empleados. Actuando de una forma completamente profesional, evitando caer en controversias.
- Tomar medidas necesarias: Cuando la productividad de la empresa continúa siendo afectada y las llamadas de atención no han funcionado, el dialogo ha sido infructuoso y las herramientas brindadas a los trabajadores parecen no ser atendidas, la última opción y más difícil es rescindir la relación contractual con aquellos que colaboren en el mal ambiente laboral.
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Esta situación que resulta difícil pero inevitable, cuando la productividad de la empresa es la principal afectada, es mejor que sea atendida por personal cualificado para someterse según lo establece la ley, procurando un cese pacífico de la relación laboral.